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LAS COSAS QUE VIVES YO TAMBIÉN VIVIRÉ


“No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no sea un guía. Solo camina a mi lado y se mi amigo."

Albert Camus


Desde que tengo uso de razón una de las cosas a las que más vueltas le he dado y que más me ha preocupado ha sido la forma en que las personas nos relacionamos. Y no me refiero a las relaciones de pareja o familiares, más bien hablo de los amigos.

Quizás sea solo un problema mío, y esa manía que tengo de ligarme emocionalmente a la gente. Quizás sea que no soy capaz de asumir así de primeras y a la ligera esa reflexión de que “la vida es un viaje en tren donde la gente se ira subiendo y bajando para acompañarnos en parte del trayecto”.

Yo, que soy de darle vueltas a las cosas hasta el punto de que mi cabeza parece una lavadora centrifugando, tengo tendencia a acordarme de aquellos compañeros de aventuras que un día se cruzaron en mi camino y cargarme de melancolía por no haber conseguido que a día de hoy sigan tan cerca como me gustaría.


“Amigo”, esa palabra tan mágica y en ocasiones tan mal utilizada. No toda la gente con la que nos relacionamos podemos considerarla amigos. Pero que bonito cuando nace ese vinculo, un vinculo que se elige, pero que en verdad nace solo cuando te sientes a gusto con alguien. Hay un momento en el que pasas a llamarle y sentirle amigo. Y no pensamos en si merecemos su atención o que es lo que ve en nosotros para aguantarnos, para compartir tantas cosas... no hace falta pensarlo por que hay una fuerza invisible que nos lo hace sentir.

Una amistad de verdad se forja cuando se comparten por igual buenos momentos con instantes amargos y difíciles. Y es que la amistad de verdad requiere de una buena dosis de valor para escuchar y responder con el corazón. La amistad es una forma más de amor que supone una aceptación mutua de las virtudes y los defectos.


Pocas cosas tienen tanto valor como estar bien acompañado. La amistad es una de las mayores satisfacciones de la vida, por que esta en nuestra naturaleza el hecho de compartir y sociabilizar.


Y que triste es pensar en que no podemos tener el control de la amistad. Todo tiene su momento y hay amistades que se ven interrumpidas por la distancia, por el tiempo o por inesperados cambios de rumbo y desafortunados eventos.

Al fin y al cabo cada uno busca su rumbo, marcha en busca de sus sueños y no siempre podemos compartir como quisiéramos ese trayecto en tren, no siempre es posible.


Aunque a veces no seamos conscientes de su valor real, la amistad es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida. Y puede que solo la comencemos a valorar cuando la hemos perdido.

Quizás sea yo propenso al drama, pero cuando un amigo se va perdiendo en la distancia y el tiempo surge una leve pero profunda herida en el corazón. Una heridas de esas que escuecen y a veces son difíciles de cerrar. Lo bueno es que esas cicatrices siempre tienen algo especial, y es que están echas de los momentos más felices.


Y que siempre cabe la posibilidad de que la vida nos sorprenda, y que en la próxima parada reaparezca algún viejo conocido. Aunque sea por unos instantes. Porque todos tenemos a aquel amigo que hace años que no vemos. Aquel con el que compartimos momentos importantes y vivencias tan especiales que no podemos borrar. Aquel amigo del que estamos totalmente convencidos que si nos lo encontráramos hoy mismo, sin previo aviso, sería como si no hubiera pasado el tiempo. Nos daría un vuelco el corazón. Y es que no hay nada mejor que esa sensación de felicidad, esa suma de complicidad por los buenos y malos momentos juntos, las aventuras de tiempos pasados, de recuerdos y vivencias que nos han curtido. Que nos han hecho tal y como somos hoy.

Hay quien dice que es malo echar la vista atrás, y yo discrepo. No somos al fin y al cabo la suma de todo eso, la suma de nuestros recuerdos.


Y ya lo dice el refrán: quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Así que ya sabes, si tienes un amigo de verdad, cuida lo que tienes. Y aunque rija la ley de vida no dejes que ningún factor impida que el viaje juntos sea lo más largo posible. Siempre hay quien se queda para siempre. Nada es imposible.

“La amistad es algo que atraviesa el alma,

es un sentimiento que no se te va. No te digo como, pero ocurre justo cuando dos personas van volando juntos. Suben a lo largo sobre la otra gente

como dando un salto en la inmensidad, y no habrá distancia no la habrá. Ni desconfianza, si te quedas en mi corazón ya siempre. Porque en cada sitio que estés en las cosas que vives yo también viviré. Porque en cada sitio que estés nos encontraremos unidos uno en brazos del otro es el destino.”


Laura Pausini


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